manifiesto

manifiesto

"Los putones con ética son honestos, consigo mismos y con los demás. Nos reservamos un tiempo para entender nuestras propias emociones ...

domingo, 23 de octubre de 2016

Mi sexo es feminista

Helmut Newton
Me gusta el sexo sucio, kinky. Que me des bofetadas en la cara, me escupas, me hagas una lluvia dorada -¡que acto tan íntimo!- que me folles a cuatro patas, me pasees con cadena y collar, como a una perra. Me gusta comportarme en la cama como una auténtica zorra -contigo-, que me llames zorra, y puta. Me erotiza llevar las braguitas de tu amiga-amante, escupirte, abofetarte, besarte. Lo disfruto -lo gozamos- y te lo permito porque te miro, y me miras con ¡tanto deseo!, ¡tanta lujuria! (tu rostro a ratos transformado por el instinto animal, a ratos mirándome con esa carita tuya guapa de niño travieso). Te lo permito, porque después me mimas, me das besos tiernos y me llamas cariño, me acaricias, y te acoplas a mi espalda en íntimo abrazo. Y buscas mi contacto mientras dormitas... Te lo permito, porque dejas tu bestia para la cama.

Y al carajo con aquellxs que cuestionan mis conductas sexuales. Porque las disfruto, me llevan a espacios sumamente placenteros no ya solo físicos, sino emocionales. En estos términos, me importa una mierda que me digas -si me estás leyendo- que mi sexo está condicionado por el falocentrismo y el heteropatriarcado. ¿Te crees que no lo supe antes tú? ¿que no me lo he cuestionado una y mil veces? ¿que no me he hecho todas estas preguntas desde mi femineidad, desde mi Ser-mujer? ¿que me siguen surgiendo las mismas dudas una y otra vez? De todos modos, ¿quien te ha otorgado a tí el mazo de juez para cuestionarme? Te interpelo a tí, exacto a tí, que me lees. Para decirte, que no me gusta que me lo haga cualquiera. Me gusta que me lo hagas tú, mi ocasional, quizá perdurable amante. Porque lo haces -me lo haces- desde el más auténtico y genuino respeto.

¡Así que deja de joder! Me lo permito, porque han sido demasiados años de despropósitos relacionales, absolutamente inhibida con respecto a mi sexualidad, triste, condicionada por mi carácter, mi educación católica y mi entorno conservador, a quien yo creí tenía que dar cuentas.

Follemos, porque un día decidí fuera máscaras, decidí que lo quería todo. Ser ángel y demonio, compañera, puta, amante ocasional, follamiga... Sexo guarro y gotas de intimidad profunda entre sábanas, y fuera de ellas. Me lo permito -de nuevo me dirijo a tí, que me lees- porque de este modo cada vez me parezco más a mi misma. Yo que soy roja, putona con ética, y feminista.

(Los cambios nacen de la experiencia.)

martes, 18 de octubre de 2016

SPANKING! (mientras me haces el amor)

Jean-Francois Jonvelle
Anoche, mientras me hacías el amor, tu mano insolente viajaba hacia mis nalgas y, si saber de mis gustos, me azotaba. Mordiste mis pezones sin certezas, al tiempo que una sonrisa que prometía perversa asomaba a tus ojos, a tu preciosa boca.

Que ya no era un gentilhombre quien estaba entre mis brazos -que tu desnudez gloriosamente abarcaban- sino un hermoso villano de oscura mirada. ¡Cuánto gozo! Dos personas diferentes a las de hacía unas horas y a la vez tan verdaderas. Olor animal, el tuyo a cáñamo, -hueles a sexo- dijiste.

No tuvimos tiempo de mucho más, atrapados por las ganas de hundirte -te hundieras- en mis más calientes profundidades. Y la risa, cuantas risas entre sábanas malacostumbradas a la frialdad de los cuerpos que las visitan.

Tú dejate hacer -dijiste. Y pensé: este chico tiene madera.