manifiesto

manifiesto

"Los putones con ética son honestos, consigo mismos y con los demás. Nos reservamos un tiempo para entender nuestras propias emociones ...

martes, 6 de diciembre de 2016

Temperatura corporal (microcuento)

Auriane Allaire
He soñado con nosotrxs: ella, yo... tú.

Ella templada brisa estival, presencia amable. Casi tendiendo la mano hacia mi lado, desnudas. Y tu cuerpo, a su lado. Yo sintiendo tu frío, el mejor forjado, tan distante...  Al mismo tiempo tan presente la temperatura polar de tu cuerpo cuando te levantas de la cama y te marchas...

Y mi herida de hoja de papel, abierta (esa quemazón que no hiere, pero incomoda).

lunes, 7 de noviembre de 2016

Mi más intimo ser no cabe en un tuit

Francesca Goodman
Creo que después de que me dijeran mil cosas bonitas, un heterogéneo racimo de mujeres y hombres con los que después de tí he intimidado, he conseguido quitarme de encima el lastre de tu absoluta y despreciativa indiferencia hacía mí ser físico. No creo que haya nada más dañino que el silencio evitativo, ese que intenta no comprometerse con nada ni con nadie.

Ironías de la vida, he conocido a estos hombres y mujeres atravesando una puerta que tú me abriste, va a hacer un año ahora. Un camino que en varios planos ha sido decepcionante. Y sin embargo, en experiencia vital, inconmesurable.

El día que déje de nombrarte, no quedará nada de tí salvo certezas. Habré aprendido. Habré atesorado. Un nuevo apunte en mi libro de pérdidas y ganancias.

sábado, 5 de noviembre de 2016

Necesidades vitales

Eikoh Hosoe
-Reflexionaba yo esta tarde, si detrás de tantas perversiones, de tanto necesitar, de tener sexo de una manera tan cerda -como tú le llamas- y poco ortodoxa, no hay una necesidad primaria de cariño, cuando me dices "no todo va a ser sexo guarro", cuando me susurras cariño, me das pequeños besos en la espalda, en la frente, cuando me abrazas con tan poco espacio entre cuerpo y cuerpo, cuando buscas mi contacto en la duermevela... tanta entrega cuando me acabas de conocer, cuando practicas sexo de una modo que dices luego te hace sentir avergonzado, o arrepentido, un sexo que te deja más sinsabor de boca que plenitud...

- Bahhh, que dices... Vosotras las mujeres intentando ver todo siempre desde el prisma de lo emocional.

domingo, 23 de octubre de 2016

Mi sexo es feminista

Helmut Newton
Me gusta el sexo sucio, kinky. Que me des bofetadas en la cara, me escupas, me hagas una lluvia dorada -¡que acto tan íntimo!- que me folles a cuatro patas, me pasees con cadena y collar, como a una perra. Me gusta comportarme en la cama como una auténtica zorra -contigo-, que me llames zorra, y puta. Me erotiza llevar las braguitas de tu amiga-amante, escupirte, abofetarte, besarte. Lo disfruto -lo gozamos- y te lo permito porque te miro, y me miras con ¡tanto deseo!, ¡tanta lujuria! (tu rostro a ratos transformado por el instinto animal, a ratos mirándome con esa carita tuya guapa de niño travieso). Te lo permito, porque después me mimas, me das besos tiernos y me llamas cariño, me acaricias, y te acoplas a mi espalda en íntimo abrazo. Y buscas mi contacto mientras dormitas... Te lo permito, porque dejas tu bestia para la cama.

Y al carajo con aquellxs que cuestionan mis conductas sexuales. Porque las disfruto, me llevan a espacios sumamente placenteros no ya solo físicos, sino emocionales. En estos términos, me importa una mierda que me digas -si me estás leyendo- que mi sexo está condicionado por el falocentrismo y el heteropatriarcado. ¿Te crees que no lo supe antes tú? ¿que no me lo he cuestionado una y mil veces? ¿que no me he hecho todas estas preguntas desde mi femineidad, desde mi Ser-mujer? ¿que me siguen surgiendo las mismas dudas una y otra vez? De todos modos, ¿quien te ha otorgado a tí el mazo de juez para cuestionarme? Te interpelo a tí, exacto a tí, que me lees. Para decirte, que no me gusta que me lo haga cualquiera. Me gusta que me lo hagas tú, mi ocasional, quizá perdurable amante. Porque lo haces -me lo haces- desde el más auténtico y genuino respeto.

¡Así que deja de joder! Me lo permito, porque han sido demasiados años de despropósitos relacionales, absolutamente inhibida con respecto a mi sexualidad, triste, condicionada por mi carácter, mi educación católica y mi entorno conservador, a quien yo creí tenía que dar cuentas.

Follemos, porque un día decidí fuera máscaras, decidí que lo quería todo. Ser ángel y demonio, compañera, puta, amante ocasional, follamiga... Sexo guarro y gotas de intimidad profunda entre sábanas, y fuera de ellas. Me lo permito -de nuevo me dirijo a tí, que me lees- porque de este modo cada vez me parezco más a mi misma. Yo que soy roja, putona con ética, y feminista.

(Los cambios nacen de la experiencia.)

martes, 18 de octubre de 2016

SPANKING! (mientras me haces el amor)

Jean-Francois Jonvelle
Anoche, mientras me hacías el amor, tu mano insolente viajaba hacia mis nalgas y, si saber de mis gustos, me azotaba. Mordiste mis pezones sin certezas, al tiempo que una sonrisa que prometía perversa asomaba a tus ojos, a tu preciosa boca.

Que ya no era un gentilhombre quien estaba entre mis brazos -que tu desnudez gloriosamente abarcaban- sino un hermoso villano de oscura mirada. ¡Cuánto gozo! Dos personas diferentes a las de hacía unas horas y a la vez tan verdaderas. Olor animal, el tuyo a cáñamo, -hueles a sexo- dijiste.

No tuvimos tiempo de mucho más, atrapados por las ganas de hundirte -te hundieras- en mis más calientes profundidades. Y la risa, cuantas risas entre sábanas malacostumbradas a la frialdad de los cuerpos que las visitan.

Tú dejate hacer -dijiste. Y pensé: este chico tiene madera.

lunes, 26 de septiembre de 2016

Lección de spanking

Fotografía de Helmut Newton
- Es imprescindible lo primero que el culete de este caso, la sumisa, esté a la entera disposición del Dom, y se puede conseguir con varias posiciones: una muy usada es que la sumisa esté a cuatro patas, con el trasero expuesto. Aunque una de mis favoritas, es poner a la sumisa encima de las rodillas de uno, boca abajo, y de esa manera aplicarle el castigo. Y después, la mano es una buena herramienta. Los cachetes deben ser contundentes, secos, dejando reposar la mano sobre la piel unos segundos. La palma, ligeramente hueca. Primero, en un lado del culete, después en el contrario... alternar sin un orden repetitivo. Y claro está, intercalar caricias, que si no, pobre de la sumisa. No sé si se hace usted una imagen. Al principio suave, para encontrar el punto en que el dolor es placentero. Y después ir subiendo intensidad hasta que la queja sea muy obvia.
- Si, es usted muy buena profe explicando. Solo una duda.
- Digame.
- ¿Encima de las rodillas y el Dom sentado en una silla?              
- Por ejemplo. O en el sofá. Donde el Dom esté cómodo.
- Okey, será un placer dejarle el culito marcadete.
- Se suele hacer decir a la sumisa que mida el grado de intensidad de cada palmada que recibe, valorando el golpe con un número de cero a diez.
- Al cuarto -cachete, quiero decir- no resistiría sin follárselo.      
- Si se llega a siete, empieza a ser demasiado.
- Tomo nota.
- ¡Que Dom más impetuoso! El deber del Dom es saber contenerse, que lo sepa usted, porque la idea es que el juego dure lo más posible.
- Como le digo... Tiene mucho que enseñarme. Y sigo tomando nota. Ya sé la postura y que se utiliza la mano... Ya sé que debo resistirme a follarle ese culete. Mucho aprendido hoy.
- Entonces déjeme sugerirle que mañana podemos pasar a la parte práctica. Voy a ver si espabilo la mañana. Un cálido beso.
- Me parece perfecto, srta... Un besazo.
- Que pase buena mañana, caballero.

jueves, 22 de septiembre de 2016

Para que recuerdes... (malquerencias)

Francesca Woodman, autorretrato.
Recuerda que no te cuidó, que no atendió tus sentimientos, que pasó por encima de ellos... Empeñado en probar, en satisfacer sus apetencias. Recuerda que sus ganas estaban por encima de tus dudas, sus apremios por encima de tus tiempos, sus apetitos por encima de tus deseos, sus querencias por encima de tus afectos, sus distancias por encima de tus "acerquémonos", su hambre por encima de tu saciedad, sus demandas por encima de tus anhelos, sus silencios por encima de tus palabras, su "no quiero ni puedo" por encima de tu "quiero pero no me dejas", sus prisas por cerrar la puerta por encima de tu lógico "acompáñame", sus necesidades por encima de tu tranquilidad, sus elecciones por encima de tu inexistente nosotros, su parecer que estaba y no estar por tu ¡quédate! -parezca lo que parezca-, sus decisiones individuales por encima de tu "dialoguémos", su espalda por encima de tu querer mirar de frente, su lenguaje por encima de tu necesidad de comunicar... Recuerda, entre conversar y solucionar, la comodidad del silencio y la distancia.

Y sobre todo, recuerda que eligió. Entre tú y ella, eligió ella.

viernes, 17 de junio de 2016

bacanal

Antoine D'agata
Me correré con solo saberte. No habrá sitio ni piel donde acabemos de descubrirnos suelo cama asiento barra sauna rincón recoveco, espacios insuficientes para ansiarnos. Nos follaremos en cada agujero hasta quedarnos secos, bebidos todos nuestros fluidos semen pis babas sangre. Seguro, que hay un lugar donde asirme para luego golpearte, escupirte, sacarte a tortazos jadeos gritos, de esas entrañas tuyas en donde habitas. Castigarte, hasta matar este maldito ego tuyo que tanto aborrezco. Terminar malheridos entre docenas de manos de piernas de sexos entre manos piernas sexos que se disuelven en el abismo que nos arrastra, a estas malditas profundidades tuyas que nos separan. Desaparecen, y de nuevo mi coño, tu polla, dos pares de manos, dos pares de todo. ¿Serás mi puta para siempre? Siempre.

-Cualquier día me la encuentro en una bacanal-. Si de casualidad, nos encontramos.

miércoles, 15 de junio de 2016

amor express

Ewa_Adriana_Szumowska
Vivimos en una época convulsa, donde existe una total y grave desincronización entre lo que racionalmente deseamos y los automatismos heredados del formato tradicional heteronormativo y patriarcal. Y por eso, creo que las relaciones son difíciles. Difíciles para nosotras las mujeres, que nos enseñaron a buscar nuestra media naranja; difíciles para ellos los hombres, que quizá tampoco comprenden demasiado qué demonios es lo que está pasando.

Luego están los matices, claro. No es que sea ésta la panacea, el eureka, la epifanía que lo resuelva todo. Para eso, existe un sinfín de literatura que trata de desentrañar, de una manera más o menos hábil, los porqués. Centenares de hojas que buscan un significado a esto que sentimos en nuestras entrañas, en el inicio de un siglo que parece ir hacia un inminente apocalipsis.

Mientras tanto, nos colocamos una y otra vez en difíciles disyuntivas relacionales donde terminas tirándolo todo por la borda. Quiero pensar, que es una manera más animal de encontrar respuestas.

Nos enamoramos, porque nos han enseñado que hay que enamorarse, consolidar una pareja, formar una familia, hipotecarse… Más que enseñarnos, nos lo han tatuado no ya en piel, sino en las vísceras. Y nos es harto difícil despojarnos de siglos de una configuración social que nos ha venido dada sin pedirnos permiso.

Entonces, aunque racionalmente deseamos vivir las relaciones desde la igualdad, la empatía, el entendimiento, el aperturismo, las posibilidades, las experiencias -llamémosle poliamor, no monogamia, pansexualidad, swinger, relaciones D/s- la mente nos señala un camino y nuestro cuerpo, nuestra psique, va por otro diferente. Así porque le da la santísima gana.

Es aquí en este punto donde empiezan los desencuentros. Y vamos dejando nuestra basura emocional por el camino. Y a personas que, a pesar de, por mucho que, aun y todo, sin embargo, cuentan. Para mí cuentan. Porque forman parte de mi mapa. Porque sí.

Existe un punto de inflexión en el cual dejas de creer en el amor romántico.

El tiempo es un elemento desechable. Cada amor, genuino.

CHOOSE LIFE

martes, 14 de junio de 2016

manifiesto

"Los putones con ética son honestos, consigo mismos y con los demás. Nos reservamos un tiempo para entender nuestras propias emociones y motivaciones y para desenmascararlas cuando es necesario ver las cosas con más claridad. Luego compartimos esa información abiertamente (...)".
Del libro Ética Promíscua, Dossie Easton y Janet W. Hardy. Ed. Melusina