manifiesto

manifiesto

"Los putones con ética son honestos, consigo mismos y con los demás. Nos reservamos un tiempo para entender nuestras propias emociones ...

miércoles, 22 de marzo de 2017

Salida sin compra

Daria Endresen
Hay lugares donde después de un tiempo ya no quieres estar. Lugares en los que las dinámicas no van con la forma de ser de unx. Lugares de oferta y demanda a donde llegas por curiosidad -diré que también por la furia de sentirse "la abandonada" - y donde, revisada la mercancía, decides tomar la puerta donde indica "salida sin compra". Porque el mismo concepto de objetivizar a las personas, poniéndoles la etiqueta de ser mercancía, me resulta alienante. Incomprensible y de dudosa ética.

Y mira que he intentado entender el llamado "mundo liberal" -al menos al que he tenido acceso- desde todos los ángulos que me han sido posibles. Intentado valorar los aspectos positivos de vivir la sexualidad desde lo lúdico. Sin embargo, además del juego, he visto mucha basura debajo de la alfombra, incluida la mía.

En cada ocasión las mismas dinámicas: un número indeterminado de cuerpos que practican un sexo sin sustancia, perecedero. El fast-food de las relaciones íntimas, ¡tan carente de sensaciones genuinas!

El punto de inflexión llegó cuando me ví en un escaparate de carne,
bocas comiendo pollas, tetas culos
bocas comiendo culos, comiendo coños

pollas follando bocas
follando culos, follando coños
el culto al falo
y al mismo tiempo, tomando y desechando a las personas sin ningún tipo de escrúpulos.

Puedo decir que ya estuve, ya experimenté, ya observé, y en lo encontrado no veo compensación alguna. En esta misma búsqueda de la recompensa, de la compensación inmediata, hay un error de base. Así lo siento. Hoy me marcho en silencio y con una sensación agridulce. Con la satisfacción de las experiencias vividas.

jueves, 2 de marzo de 2017

Infecciones de transmisión sexual (microcuento)

Cem Edisboylu
Dibujar de nuevo tu rostro en la consulta del médico -¡joder! como se te parece- mientras espero a poner mi sangre en tubos de ensayo que me dirán ¡que no fue! demasiado imprudente no usar condón mientras follábamos -tú, que te acostabas con todo lo que tuviera coño- unos minutos después de haber sonreído al recordar como le tirabas los trastos al camarero guapo de ese bar al que tanto nos gustaba ir -justo pasé por delante de su puerta cerrada, pedaleando en mi bicicleta-. Coqueteabas con él, esperando para cenar en la mesa del rincón, al fondo -esa que siempre me parecerá nuestra- en aquel bar que desconozco si volvisteis a visitar cuando ya no éramos tres, cuando dejamos de ser dos.

martes, 6 de diciembre de 2016

Temperatura corporal (microcuento)

Auriane Allaire
He soñado con nosotrxs: ella, yo... tú.

Ella templada brisa estival, presencia amable. Casi tendiendo la mano hacia mi lado, desnudas. Y tu cuerpo, a su lado. Yo sintiendo tu frío, el mejor forjado, tan distante...  Al mismo tiempo tan presente la temperatura polar de tu cuerpo cuando te levantas de la cama y te marchas...

Y mi herida de hoja de papel, abierta (esa quemazón que no hiere, pero incomoda).

lunes, 7 de noviembre de 2016

Mi más intimo ser no cabe en un tuit

Francesca Goodman
Creo que después de que me dijeran mil cosas bonitas, un heterogéneo racimo de mujeres y hombres con los que después de tí he intimidado, he conseguido quitarme de encima el lastre de tu absoluta y despreciativa indiferencia hacía mí ser físico. No creo que haya nada más dañino que el silencio evitativo, ese que intenta no comprometerse con nada ni con nadie.

Ironías de la vida, he conocido a estos hombres y mujeres atravesando una puerta que tú me abriste, va a hacer un año ahora. Un camino que en varios planos ha sido decepcionante. Y sin embargo, en experiencia vital, inconmesurable.

El día que déje de nombrarte, no quedará nada de tí salvo certezas. Habré aprendido. Habré atesorado. Un nuevo apunte en mi libro de pérdidas y ganancias.

sábado, 5 de noviembre de 2016

Necesidades vitales

Eikoh Hosoe
-Reflexionaba yo esta tarde, si detrás de tantas perversiones, de tanto necesitar, de tener sexo de una manera tan cerda -como tú le llamas- y poco ortodoxa, no hay una necesidad primaria de cariño, cuando me dices "no todo va a ser sexo guarro", cuando me susurras cariño, me das pequeños besos en la espalda, en la frente, cuando me abrazas con tan poco espacio entre cuerpo y cuerpo, cuando buscas mi contacto en la duermevela... tanta entrega cuando me acabas de conocer, cuando practicas sexo de una modo que dices luego te hace sentir avergonzado, o arrepentido, un sexo que te deja más sinsabor de boca que plenitud...

- Bahhh, que dices... Vosotras las mujeres intentando ver todo siempre desde el prisma de lo emocional.

domingo, 23 de octubre de 2016

Mi sexo es feminista

Helmut Newton
Me gusta el sexo sucio, kinky. Que me des bofetadas en la cara, me escupas, me hagas una lluvia dorada -¡que acto tan íntimo!- que me folles a cuatro patas, me pasees con cadena y collar, como a una perra. Me gusta comportarme en la cama como una auténtica zorra -contigo-, que me llames zorra, y puta. Me erotiza llevar las braguitas de tu amiga-amante, escupirte, abofetarte, besarte. Lo disfruto -lo gozamos- y te lo permito porque te miro, y me miras con ¡tanto deseo!, ¡tanta lujuria! (tu rostro a ratos transformado por el instinto animal, a ratos mirándome con esa carita tuya guapa de niño travieso). Te lo permito, porque después me mimas, me das besos tiernos y me llamas cariño, me acaricias, y te acoplas a mi espalda en íntimo abrazo. Y buscas mi contacto mientras dormitas... Te lo permito, porque dejas tu bestia para la cama.

Y al carajo con aquellxs que cuestionan mis conductas sexuales. Porque las disfruto, me llevan a espacios sumamente placenteros no ya solo físicos, sino emocionales. En estos términos, me importa una mierda que me digas -si me estás leyendo- que mi sexo está condicionado por el falocentrismo y el heteropatriarcado. ¿Te crees que no lo supe antes tú? ¿que no me lo he cuestionado una y mil veces? ¿que no me he hecho todas estas preguntas desde mi femineidad, desde mi Ser-mujer? ¿que me siguen surgiendo las mismas dudas una y otra vez? De todos modos, ¿quien te ha otorgado a tí el mazo de juez para cuestionarme? Te interpelo a tí, exacto a tí, que me lees. Para decirte, que no me gusta que me lo haga cualquiera. Me gusta que me lo hagas tú, mi ocasional, quizá perdurable amante. Porque lo haces -me lo haces- desde el más auténtico y genuino respeto.

¡Así que deja de joder! Me lo permito, porque han sido demasiados años de despropósitos relacionales, absolutamente inhibida con respecto a mi sexualidad, triste, condicionada por mi carácter, mi educación católica y mi entorno conservador, a quien yo creí tenía que dar cuentas.

Follemos, porque un día decidí fuera máscaras, decidí que lo quería todo. Ser ángel y demonio, compañera, puta, amante ocasional, follamiga... Sexo guarro y gotas de intimidad profunda entre sábanas, y fuera de ellas. Me lo permito -de nuevo me dirijo a tí, que me lees- porque de este modo cada vez me parezco más a mi misma. Yo que soy roja, putona con ética, y feminista.

(Los cambios nacen de la experiencia.)

martes, 18 de octubre de 2016

SPANKING! (mientras me haces el amor)

Jean-Francois Jonvelle
Anoche, mientras me hacías el amor, tu mano insolente viajaba hacia mis nalgas y, si saber de mis gustos, me azotaba. Mordiste mis pezones sin certezas, al tiempo que una sonrisa que prometía perversa asomaba a tus ojos, a tu preciosa boca.

Que ya no era un gentilhombre quien estaba entre mis brazos -que tu desnudez gloriosamente abarcaban- sino un hermoso villano de oscura mirada. ¡Cuánto gozo! Dos personas diferentes a las de hacía unas horas y a la vez tan verdaderas. Olor animal, el tuyo a cáñamo, -hueles a sexo- dijiste.

No tuvimos tiempo de mucho más, atrapados por las ganas de hundirte -te hundieras- en mis más calientes profundidades. Y la risa, cuantas risas entre sábanas malacostumbradas a la frialdad de los cuerpos que las visitan.

Tú dejate hacer -dijiste. Y pensé: este chico tiene madera.